cojeando
Oigo mis pasos y no me gustan.
Suenan a goma quemada,
a futuro de máquinas,
a hipocresía enlatada.
A resbalones entre la lluvia
sobre suelo mojado.
A pan recién horneado.
Suenan a goma quemada,
a futuro de máquinas,
a hipocresía enlatada.
A resbalones entre la lluvia
sobre suelo mojado.
A pan recién horneado.