martes, junio 13, 2006

una gota más

Iba Gusberto por la calle canturreando, despreocupado, olvidandose de esos que no merecen vivir, cuando de repente uno de esos de cerebro podrido y envenenado, creyendose con derecho a todo, extendió su brazo para aproximar la palma de la mano abierta a la nuca de Gusberto (¡una soberana colleja!).
Obviamente aquel ser despreciable -al que deseo una vida llena de dolor- iba acompañado de simios similares.
Pobre Gusberto, ser buena persona es muy duro. Me contó que no sintió rabia, que no se enfureció, tan sólo frustración e incomprensión, y la seria certitud de andar con un arma bajo el brazo.
Odio, cada día odio más pero estoy ahorrando -no sé si para comprarme una escopeta o un país con derecho de admisión-.
Pobre Gusberto, ser buena persona es muy duro.

1 Comments:

Blogger coco said...

Pobre gusberto, le doy un consejo, debera cambiar, debera dejar de ser buena persona y adaptarse a este mundo de mierda en el que se encuentra rodeado de muchas personas que no merecen la vida...la justicia ya no existe y por ello tanto gusberto como el resto de personas que siembran el bien por el mundo, deberan empezar a ser jueces y en lugar de ser un pelotudo poniendo la otra mejilla, deberan dar lo que reciben, porque de alguna manera hay que acabar con la escoria del mundo, con los putos nazis, con los putos atracadores, con los putos ladrones, con los putos vacilones, con los putos etarras, con los putos skins, con los putos gitanos...en una palabra, con todas esas personas que gusberto sabe QUE MERECEN LA MUERTE...Pequeño gusberto, se que tienes odios que nunca los dices pero va siendo hora de decirlos y concienciar al resto de gente buena que hay que acabar con la mierda del mundo. Hay que pregonarlo, porque si te lo sigues guardando dentro, se te formara una bola cada vez mas grande que al final acabara contigo. Hazlo, por un mundo "limpio", donde se pueda vivir sin necesidad de cuidarte la espalda.

15:31  

Publicar un comentario

<< Home