martes, febrero 06, 2007

Hoy la ciudad es mejor.
Huele todo a nuevo desde que me he levantado, casi desde que me acosté el ruido de la caldera ya sonaba diferente, más melódico.
La vieja huraña, las paredes sucias y hasta el cubo de basura. Todo es nuevo, recién desenvuelto el papel de un regalo anhelado y necesario.
Ya no me cuesta erguirme y camino orgulloso con la cabeza bien alta gracias a ti. Puede que esto no dure, quizás jamás vuelva a pasar, pero hoy sonrío y tengo esa sensación que solía llamar felicidad.